Estos últimos dos meses han pasado sin ninguna novedad trascendental; me encuentro rodeado por la paz y mis ánimos se alzan cada día mas. Me paso los días pintando y estilizando el plan de ataque el cual me llevara al olimpo artístico. Esto se lo agradezco a la belleza de mi Cabo Rojo querido y al apoyo de los míos. Mi taller, aunque humilde y pequeño, tiene muy buenas energías y esta rodeado por la belleza árida de mi pueblo. Con la gracia del tao nos vamos a exhibir en Europa, eso se los prometo, bueno de aquí a dos o tres años.
Por otro lado estoy levantando un círculo de partidarios los cuales adiestrare en las artes esotéricas, para así combatir la negatividad que esta destruyendo la juventud puertorriqueña. Esa empresa es mas ambiciosa que mis actividades artística, pero es una labor del alma y el vehiculo de cambio social que tanto ando buscando. Como dijo Lao Tzu: El camino de las mil millas comienza con un paso.
Todos los miércoles por la mañana me dirijo a la playuela, una pequeña bahía alheñada al faro de Cabo Rojo y allí medito. Si se pueden imaginar, es una playita de arena blanca, fina y suave, que es besada por las aguas turquesa del mar caribe. Mientras que vosotros están en la oficina, pillados por la sociedad inmunda que vive de sus sueños rezagados, yo me encuentro en el edén, lejos del odio y de la cólera, cruzado por las palmas, inmóvil en la arena. Sepan que todos los miércoles, si lo desean, se pueden conectar a esa vibra, solo tienen que pensar en mi y se encontraran en esa playa, pase lo que pase.
En el ámbito romántico les cuento que hay una dama que ha entrado en mi campo de visión. Ella no lo sabe, pero cada vez que la veo mi sangre hierve y por esos momentos me siento como un potro llanero. No se ni su nombre, pero la he encontrado varias veces en la panadería y nos sonreímos de una forma muy especial, no me hago de ilusiones pero se que si busco de hay puede salir algo.
Los dejo con un fuerte abrazo y deseo de felicidad en todas sus labores. Espero verles por aquí algún día, saben que mis puertas siempre estarán abiertas.
